We must get older, so wake up.
Regina Spektor.
Aunque
no haya manera, tienes que despertar. Aunque seas defectuosa nadie mejor
que tú puede ayudarme a mantener el abarrote inventariando los productos,
revisando las cuentas, contactando nuevos proveedores. Hazlo por tus hijos, para
que sean alguien, y que cuando estemos arrugados puedan recompensárnoslo;
míralos, están llorando igual que tú cuando lloras por las noches: se frotan
los ojos con los puños, reclaman entre berreos. ¿Por qué no puedo despertar como
las personas normales? ¿Por qué tengo que estar defectuosa? Tú les enseñaste a
llorar. A veces quisiera unirme, pero mi obligación no es esa. Mi obligación es
abandonarte desconsolada en este mundo, dormirme entre tus llantos, y en la
mañana levantarme una hora antes y traer las bandejas de hielo, preparar la
tina con agua helada, agarrarte en brazos e interrumpir tu descanso
sumergiéndote: porque si no lo hago te quedarías así toda la eternidad y yo
necesito que me ayudes. Por eso tu obligación es despertar. Aquí no hay
tina, mucho menos hay hielo. Y no hay de dónde sacarlos. Tenemos que superar
esto: no quiero ponerme a berrear con tus hijos. Así que despierta ya.
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